¿Qué tipo de padre/madre soy?

¿Qué tipo de padre/madre soy?

Madres, padres y cuidadores son quienes tienen la mayor posibilidad de prevenir que sus hijas o hijos sufran la intimidación escolar o contribuyan a ella.

Algunos piensan que la mejor manera de educar es bajo un esquema de autoridad y “mano dura”. Otros piensan que lo mejor es “dejarlos hacer lo que quieran” para que ellos mismos encuentren sus caminos. Sin embargo, existe una alternativa: una madres, padre o cuidador asertivo se preocupa por conservar la calidez y el afecto al tiempo que mantiene normas y pone límites a sus hijas o hijos.

Ser madre, padre o cuidador asertivo previene los comportamientos agresivos y la intimidación escolar.

Casi nunca madres, padres o cuidadores actúan de una sola manera. Usualmente asumen diversos estilos ante distintas circunstancias. Sin embargo, es útil ser conscientes de los que usamos con mayor frecuencia, sobre todo porque las investigaciones han demostrado que los estilos autoritario, permisivo y negligente pueden tener consecuencias negativas para nuestras hijas e hijos.

Estilo autoritario:

.

Creen que está bien usar la fuerza para educar.

.

Piensan que tienen derecho a imponerse sin explicar las razones y sin que la niña o el niño pueda discutir lo que dicen, por ejemplo: “Las cosas se hacen como yo diga porque yo soy su papá/mamá y eso no tiene discusión”.

.

A veces gritan o usan frases duras e hirientes para hacerse obedecer.

.

A veces usan “mano dura” con sus hijos.

.

Creen que deben imponer el control y los límites, pero lo hacen de manera arbitraria y agresiva.

.

Usan castigos sin sentido o exagerados, como no dejarlos salir al parque “por el resto del año”.

Algunas consecuencias de un estilo autoritario son: hijas e hijos miedosos, retraídos y ansiosos o que aprenden que la mejor manera de conseguir lo que desean es imponiéndose y/o agrediendo a los demás.

Estilo permisivo:

.

Les cuesta trabajo decirles a sus hijas e hijos “no”.

.

Piensan que “quererlos” significa “permitirles hacer lo que quieran”.

.

Asumen una actitud de “todo vale”s.

.

No los corrigen porque piensan que “pueden traumatizarlos” o “por no generar conflicto”.

.

No ponen límites ni normas o si éstas existen no exigen que se cumplan.

Algunas consecuencias de un estilo permisivo son: niñas y niños poco tolerantes a la frustración (se enojan con facilidad), algunas veces agresivos, tienen pocos amigos (porque siempre quieren imponer sus intereses sobre los de los demás) y reaccionan de manera desafiante e impulsiva cuando no pueden hacer lo que desean.

Estilo negligente:

.

Piensan que a los hijos es mejor “dejarlos solos para que aprendan a defenderse por sí mismos”.

.

No cuidan a sus hijas o hijos porque no tienen tiempo o no están interesados en hacerlo.

.

No conocen a los amigos de sus hijas o hijos, no saben lo que les pasa en el colegio y no se preocupan por saberlo, por ejemplo no conocen a su profesor.

.

No les demuestran su afecto.

.

Les dicen a sus hijas o hijos que “no cuenten con ellos”.

.

No los controlan ni les ponen límites.

Algunas consecuencias de un estilo negligente son: dificultad para establecer relaciones cercanas, comportamientos agresivos, en ocasiones, comportamientos delictivos; por ejemplo, la vinculación a pandillas.

Estilo asertivo:

.

Mantienen un equilibrio entre el cuidado, el afecto, el control y los límites que las hijas e hijos deben tener.

.

No dejan a las niñas y niños hacer lo que quieran -“llegue a la hora que quiera” ni tampoco les imponen su voluntad -“usted no sale porque yo no quiero que salga”-, sino que hacen a sus hijas o hijos partícipes de las decisiones y acuerdos que existen en casa. Así, por ejemplo, una madre, padre o cuidador asertivo pregunta“¿Por qué crees que es importante que llegues temprano a la casa?” Acuerda una hora con ellos y la hace cumplir de manera firme y amable.

.

Escuchan y son flexibles, cuando es apropiado.

.

Guían a sus hijas o hijos para que identifiquen las consecuencias de sus comportamientos negativos hacia los demás. Desarrollan en sus hijas o hijos sentimientos de empatía y comportamientos de ayuda y cooperación.

.

Promueven la cooperación en vez de la competencia.

.

Son respetuosos, cariñosos y claros cuando se dirigen a sus hijas o hijos.

El estilo asertivo es el que tiene una mayor probabilidad de llevar a que niñas, niños y adolescentes sean socialmente competentes, amables y dispuestos a ayudar a los demás.