¿Cómo se deben atender las situaciones que afectan la convivencia escolar?

Los colegios deben construir protocolos de atención para cada tipo de situación. Este proceso debe involucrar a toda la comunidad educativa, de forma que los procedimientos que se concierten guarden correspondencia con las características y contexto de la comunidad educativa. Sin perjuicio de la autonomía de los colegios para definir sus protocolos de atención, la normativa establece una serie de requisitos que deben cumplir estos protocolos. Con lo anterior, se garantiza la uniformidad en la atención integral de las situaciones por parte del colegio y de las demás entidades que cumplen funciones específicas dentro de la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar.

 

A continuación, se refieren los elementos que deben incorporar todos los protocolos de atención para los diferentes tipos de situaciones que afectan la convivencia escolar:

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Los medios a través de los cuales se debe informar la ocurrencia de alguna situación que afecte la convivencia escolar, así como la forma de iniciación del procedimiento.

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Los mecanismos para asegurar la protección del derecho a la intimidad de las personas involucradas en la situaciones y de las que comuniquen los hechos, así como la confidencialidad de la información y los documentos que se transmitan.

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La protección especial de la persona que informe la situación que afecta la convivencia.

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Las posibles estrategias y medidas pedagógicas para solucionar las situaciones presentadas, restablecer los derechos y formar a los estudiantes y a la comunidad educativa en que lo que pueden hacer para prevenir y mitigar situaciones análogas, mejorar el clima escolar y desarrollar competencias ciudadanas.

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Las consecuencias aplicables a las situaciones presentadas que en todo caso deben guardar correspondencia con los principios, normas aplicables y con el manual de convivencia.

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El seguimiento de las situaciones para procurar que no se vuelvan a presentar y menos aún que se conviertan en situaciones de mayor gravedad.

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Un directorio de las entidades que conforman la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar, de los padres de familia y acudientes de los estudiantes, de forma que puedan ser contactados cuando quiera que corresponda de acuerdo con el protocolo específico.

Estos son los pasos generales que se deben seguir desde el comité de convivencia según el Ministerio de Educación y el CISP en el documento “Protocolos para el abordaje pedagógico de situaciones de riesgo en el marco de la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar” sobre el abordaje pedagógico de situaciones de riesgo. Es importante adaptar estos pasos a las necesidades y características específicas de cada institución educativa, así como mantener un enfoque continuo en la prevención y promoción de un ambiente escolar seguro y saludable.

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Identificación de situaciones de riesgo: El primer paso es identificar las situaciones de riesgo que puedan surgir dentro del contexto escolar. Estas pueden incluir situaciones de acoso escolar, violencia, consumo de sustancias psicoactivas, entre otros.

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Recopilación de información: Se debe recopilar información relevante sobre las situaciones de riesgo identificadas, incluyendo detalles sobre los involucrados, las circunstancias específicas y cualquier otro dato pertinente.

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Análisis de la situación: El comité de convivencia debe analizar la situación de riesgo identificada para comprender sus causas, consecuencias y posibles factores desencadenantes. Este análisis ayudará a determinar las acciones adecuadas a seguir.

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Diseño de estrategias pedagógicas: Se deben diseñar estrategias pedagógicas específicas para abordar la situación de riesgo identificada. Estas estrategias deben estar enfocadas en promover el desarrollo de habilidades socioemocionales, la resolución pacífica de conflictos y la promoción de valores como el respeto y la tolerancia.

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Implementación de las estrategias: Una vez diseñadas, las estrategias pedagógicas deben ser implementadas en el contexto escolar de manera sistemática y coherente. Esto puede implicar la realización de talleres, charlas, actividades extracurriculares, entre otras acciones.

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Seguimiento y evaluación: Es importante realizar un seguimiento continuo de la implementación de las estrategias pedagógicas y evaluar su efectividad en la prevención y abordaje de situaciones de riesgo. Esto permitirá realizar ajustes y mejoras según sea necesario.

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Coordinación con otros actores: El comité de convivencia debe coordinar sus acciones con otros actores relevantes dentro y fuera del ámbito escolar, como docentes, directivos, padres de familia, autoridades locales, entre otros, para fortalecer el abordaje de las situaciones de riesgo de manera integral.

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Promoción de una cultura de convivencia pacífica: Finalmente, es fundamental promover una cultura de convivencia pacífica y respetuosa dentro del contexto escolar, que fomente el diálogo, la empatía y la solidaridad entre todos los miembros de la comunidad educativa.

Adicionalmente, los protocolos deben incorporar los siguientes elementos específicos para cada tipo de situación:
Protocolos para Situaciones Tipo 1:

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En estos casos, el rector, el docente, el orientador, o el conciliador escolar, deben reunir inmediatamente a las partes, para que expongan sus puntos y busquen la forma de reparar los daños.

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La solución que se establezca debe ser equitativa y encaminada a reparar los daños y a lograr la efectiva reconciliación entre las personas involucradas de forma que se pueda restablecer un clima escolar adecuado. Esta solución debe ser registrada en la forma específica que se determine.

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Hacer seguimiento para evitar que se vuelva a presentar la situación o que ésta se transforme en un evento de mayor gravedad.

Protocolos para Situaciones Tipo 2:

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En caso de daño al cuerpo se debe remitir a las entidades de la salud, de lo cual se deberá dejar registro.

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Informar a los acudientes de los estudiantes involucrados, de lo cual se dejará registro.

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Involucrar al ICBF cuando sea indispensable, para adoptar medidas de restablecimiento de derechos, de lo cual se dejará registro.

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Adoptar medidas de protección para las personas involucradas de posibles represalias, de lo cual se dejará constancia.

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Generar espacios para que las personas involucradas y sus padres, madres y acudientes puedan exponer lo que ha sucedido, siempre de manera confidencial.

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Determinar las medidas para el restablecimiento de los derechos de las personas afectadas por la situación presentadas, a fin de lograr la efectiva reconciliación entre las personas involucradas de forma que se pueda restablecer un clima escolar adecuado. Esta solución debe ser registrada en la forma específica que se determine.

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Reunir al Comité Escolar de Convivencia para informar acerca de la situación y las medidas adoptadas, para verificar si la solución fue efectiva, y si hay acciones de prevención que se deban adoptar. De todo lo anterior se deberá dejar constancia.

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Reportar la situación en los sistemas de información correspondientes.

Protocolos para Situaciones Tipo 3:

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En caso de daño al cuerpo se debe remitir a las entidades de la salud, de lo cual se deberá dejar registro.

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Informar a los acudientes de los estudiantes involucrados, de lo cual se dejará registro.

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El rector debe informar de manera inmediata a la Policía Nacional.

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Reunir al Comité Escolar de Convivencia para informar acerca de la situación y las medidas adoptadas, guardando la confidencialidad para evitar cualquier afectación de la intimidad de las personas involucradas.

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El Comité Escolar de Convivencia podrá adoptar medidas para proteger a las personas involucradas y a las que han informado.

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Reportar la situación en los sistemas de información correspondientes.

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Estos serán objeto de seguimiento por parte del Comité Escolar de Convivencia y del comité territorial correspondiente.

Algunas entidades territoriales han elaborado protocolos para la atención de situaciones que afectan la convivencia escolar, y para otros eventos en los que se menoscaban o se ponen en peligro los derechos de niñas, niños y adolescentes. Estos constituyen un referente necesario dentro del proceso de construcción que deben adelantar los colegios. En lo posible, los colegios deben atender los parámetros establecidos en estos documentos, sin perjuicio de poder incorporar elementos específicos de su realidad y contexto.