¿Qué debemos hacer cuando tengamos conocimiento de una situación que afecta la convivencia escolar?
Las situaciones que afectan la convivencia escolar deben ser detectadas y reportadas de manera oportuna. Para lograr este objetivo, es clave que tengamos presente lo que nos corresponde hacer desde nuestro rol como madre, padre o cuidador cuando tengamos conocimiento de la ocurrencia de una situación:
Reportar: Debemos reportar por los canales dispuestos por el colegio que deberán aparecer consignados en los protocolos de atención, o a través de www.teprotejocolombia.org/ o teguiocolombia.org. El reporte debe ser claro y dejar constancia sobre la certeza que se tenga acerca de la ocurrencia de la situación. Una vez comunicada la información debemos asegurarnos de que sea debidamente atendida de acuerdo con lo que establezca el protocolo respectivo, según el tipo de situación de que se trate. Si se tiene certeza que la situación no ha sido atendida puede comunicarse a www.teprotejocolombia.org/ o teguiocolombia.org para que se remita a la Secretaría de Educación respectiva.
Manejo confidencial de la información: Al tiempo que debemos velar porque la situación sea correctamente atendida debemos ser muy rigurosos en el manejo confidencial de la información. Esto implica que la situación no puede ser comunicada a ninguna persona que pueda divulgar esta información. La confidencialidad de la información de las situaciones es esencial para asegurar el adecuado manejo y evitar señalamientos o riesgos contra las personas involucradas.
Apoyo a la atención: Si la situación involucra a nuestros hijos debemos participar en los escenarios que se establezcan para precisar qué es lo que ha ocurrido. Así mismo debemos apoyar a nuestros hijos en la búsqueda de alternativas para restablecer los derechos y evitar que las situación se vuelva a presentar. Debemos apoyar la implementación de las medidas pedagógicas que se definan, para que con ellas se logre el objetivo más importante que es el mejoramiento de la convivencia. El éxito en la atención de una situación no se debe medir según si se impusieron sanciones, sino por el contrario si lograron restablecerse los derechos que se afectaron como consecuencia de la situación.
Si nuestras hijas, hijos o nosotros hemos sido testigos de una situación que afectó la convivencia, debemos trabajar para reprobar este tipo de conductas en familia. No a las personas que las hacen, sino a las conductas, porque afectan a personas que valoramos y que forman parte del colegio. Así mismo, debemos aprovechar estas situaciones como oportunidades para hacer énfasis en la importancia de desarrollar competencias necesarias para la convivencia pacífica.
siendo agredido – proteger a todos): Más allá de si proceden sanciones con las personas que han afectado la convivencia, nuestra principal preocupación debe ser que los daños causados se reparen. Que las personas involucradas tomen consciencia de lo que han causado y propongan alternativas para restablecer lo que ha ocurrido. También es fundamental que las personas que han sido afectadas y que van a ser reparadas valoren el esfuerzo y la enmienda de las personas que los han afectado, y la protección que se le brinda y que esto sirva para que puedan mejorar sus relaciones interpersonales.
Es necesario que las personas que no han estado involucradas en la situación asuman una actitud proactiva para que intervengan y desaprueben las conductas que afectan los derechos de las personas, que reprueban la intimidación, la agresividad y la violencia. Que sepan que juegan un papel clave en la desactivación de situaciones que pueden afectar la convivencia escolar.
Adicionalmente, es importante que se implementen acciones de seguimiento para verificar la mejoría de convivencia con ocasión de la atención de casos particulares. Así mismo, se debe evaluar la efectividad de las acciones implementadas para prevenir situaciones iguales en el colegio.